Tiempos nuevos, tiempos salvajes

No es un comentario, es el título de una canción, pero que nos vale perfectamente en este blog casi abandonado a la desidia y por el que me paso de vez en cuando. Ya véis, lo que empezó siendo un lugar de forofismo se ha convertido en una cueva, por donde, de vez en cuando, apago mis pasiones, las futboleras, claro.

Los tiempos que corren en el club son nuevos, pero no por eso poco conocidos. La anterior directiva dimitió después del fracaso de Alcalá (deportivo y de gestión) y dió paso a un híbrido extraño en el que aparecen caras nuevas junto al viejo estadio. No hay presidente. La figura ahora es la de un gestor llamado Joserra, anterior directivo y muy unido al club desde hace años. Este hombre ha pasado por todos los estamentos y estados dentro del club. No seré yo quien se atreva a catalogar a esta persona, la conozco poco aunque su prensa no es muy buena, ni dentro ni fuera del suarez park. Es un hombre que suscita pasiones por su entrega y trabajo, pero también conozco a una nube de descontentos que estarían felices de desprenderse de él. Como en todo, el tiempo es quien dicta la sentencia última, y por tanto será allá por junio cuando podamos establecer una correspondencia entre lo pensado y lo realizado.

El problema, quizá está ahí, en saber qué es lo que se ha proyectado para esta temporada. Algunos contertulios de la grada hablan de la inestabilidad de la plantilla, de su insuficiencia, de su poca solvencia, de un salto al vacío que nos puede llevar a romper la costumbre de hace unos años: jugar la fase de ascenso.

Aquí es donde entran los tiempos salvajes de la canción. Se ha optado por rebajar los sueldos, los fichajes, la pasta, vamos. Y se han fichado saldos, rebajas y juveniles ante la huida, quizá no demasiado heróica de algunos de nuestros gladiadores a otros clubes con más dinero, lo que no supone de más entidad. Algo perfectamente comprensible desde el punto de vista humano, pero a todas luces incomprensible desde el forofismo que este blog destila. Arrieritos somos… decía mi abuela, dejando los puntos suspensivos como amenaza de futuro.

Pero lo cierto es que después de casi una vuelta, el equipo novel, dirigido por un incansable entrenador-educador (quizás algo que hacía falta) y por unos bragados jugadores están en condiciones, por posición y juego, de encaramarse en esos puestos privilegiados sólo alcanzables para los clubes que se desayunan todos los días con el dinero por castigo. Al menos hasta ahora los directivos de nuestro glorioso están acertando, si bien es cierto que hay cosas que se pueden mejorar (como siempre las relaciones con la prensa, aunque, también hay que decir que en eso se está progresando, el acercamiento a la ciudadanía -fría, implacable, exigente- y el tema espinoso, por no decir vergonzoso, de las acciones vendidas y no reconocidas -no soy jurista pero el asunto bordea el concepto de timo o de estafa-) , por eso el recorrido por estos tiempos nuevos, salvajes, de este club nuestro no tiene que envidiar a ninguno de los que se consideran grandes, ni con más entidad, ni más ricos, ni más histórico.

Los tiempos, nuevos y salvajes, nos sacarán de dudas.