Nada es lo que parece

A la vista de los últimos acontecimientos que se han producido en el club, parece que estamos como hace un mes. ¿O peor? Ya no sé qué pensar.

Resulta que el ruido que levantaron las personas que se marcharon por incompatibilidad manifiesta, lo manifestaron ellos, con el consejero delegado, se está tornando en un silencio muy sospechoso e incluso en la vuelta de alguno y la insistencia del dueño del club para que vuelvan otros. Me resulta dificil entender las posiciones de todo este jaleo. Al único que veo ganador de esta situación es al señor joserra, que ha impuesto su criterio por encima de jugadores, entrenador y, como se ha visto, la propia directiva.

Porque al final ha dejado bien claro quien manda, aunque se sabiera o intuyera, y de quien depende la última palabra en esto de los dineros. Y hablando de pasta, esa rebajada a los jugadores y por la que hemos perdido a los únicos que reclamaba el equipo técnico, me entero que los nuevos colaboradores también cobran, algunos cantidades superiores cuatro veces a algún jugador. Y no me parece mal, así se les podrá exigir, pero resulta un poco chocante que el recorte siempre vaya en la misma dirección, en estos tiempos desorientados.

Incluso alguien me ha sugerido la apariencia de «inem» del club ante los nuevos fichajes de directivos. No es mi intención saber el curriculum de nadie ni su situación laboral, ni siquiera lo que va a cobrar en el nuevo organigrama del club, sólo pido, como siempre transparencia. Es precisamente esa falta de transparencia la que nos está acompañando durante este mes que ha transcurrido desde las deserciones. Y para añadir esa falta informativa se ha sumado el viejo diario provincial, que añade, todos los días, madera a un fuego que no sabemos que altura alcanza, ya que el otro diario, más joven y antaño dinámico, se empeña en esconder una realidad transmitida de boca en boca.

Estamos desorientados, al menos yo. Una trabajadora del club dice hace un mes que se va porque no encuentra ilusión ni progreso, y al mes  vuelve supongo que con toda la ilusión del mundo y con un afán progresista desmedido. Un día se habla de mantener al 80 ó 90 % de la plantilla y al cabo del mes, y a falta de dos o tres días para empezar el trabajo, no se sabe nada de quien sigue o quien se va. Bueno sí, sabemos quien se va, debido a esos recortes que, me da la sensación, no se ha aplicado a la directiva y sí a los jugadores.

Hay veces que en las situaciones que vivimos nada es  lo que parece, aunque parezca que lo es. Quizá esta sea una de ellas y estas palabras, junto a las ya expresadas en otros lugares, sean motivo dentro de unas semanas, de rectificación, de recogida de lengua y de metedura en salva sea la parte. Deseo que sea así, sinceramente, por el bien del Real Ávila y de todos sus aficionados, del futbol abulense y de las personas que se mueven para, por y con él. Si llegara ese momento no tendría ningún pundonor, desde este blog, en reconocer mis errores, algo que, habitualmente, no se hace ni expresa entre los que manejan a los chicos de rojo y azul.

Y acabo. En ocasiones se me ha acusado de que no doy importancia a lo deportivo y sí a todo aquello que se mueve alrededor del club. Pues bien, y mientras nadie me contradiga, lo segundo está tan unido a lo primero, que si no funciona, pareciendo otra cosa que lo que es en realidad, es muy difícil conseguir cualquier éxito deportivo, que en nuestro caso es, o debería ser, el ascenso, algo que nunca he oído en boca de ningún directivo como objetivo último.

Y así resulta complicado soportar una liga de tercera, por mucha ilusión y afán de progreso que se tenga.